Goodbye options, hello opportunities—pitchers | Baseball Prospectus

Traducido por Pepe Latorre

La gestión de la plantilla es un aspecto difícil a la hora de confeccionar un equipo de béisbol. Cada club tiene un equipo de 40 y otro de 26 jugadores, y las reglas de cada uno de ellos dictan quiénes forman parte de esas plantillas y quiénes no. En algunos casos la versatilidad es más importante que el talento puro.

Digamos que el Jugador A y el Jugador B son relevistas zurdos que compiten por el último puesto en la lista de 26. Si el Jugador A aún tiene opción de ir a ligas menores y el Jugador B no, el Jugador B va a quedarse en el equipo la mayoría de las veces, independientemente de quién lance mejor en los entrenamientos de primavera o tenga un arsenal superior. Eso significa que cada año hay un puñado de jugadores que se quedan sin opciones y podrían tener la oportunidad de jugar mucho más tiempo del que tenían antes.

Los peloteros en la lista de 40 generalmente tienen tres años de opción en los que pueden ser enviados a ligas menores y llamados por el equipo principal cuando sea necesario. Una vez que se agotan los años de opción de un jugador, debe ir a waivers si es descartado de la lista de 26. Hay más que eso, y puedes leer las reglas completas aquí, pero a grandes rasgos es como lo he explicado.

La semana pasada analizamos algunos jugadores de posición que ya no pueden ir a ligas menores. Hoy toca centrarnos en cinco lanzadores interesantes, enumerados alfabéticamente, que han agotado sus opciones y podrían lanzar muchas entradas en 2025.

Ian Anderson, abridor, Atlanta Braves

¿Te acuerdas de Anderson? El primer lanzador seleccionado en el draft de 2016 apareció en cinco ocasiones en la lista de los 101 mejores prospectos de Baseball Prospectus, llegando a alcanzar el puesto número 5 en 2021. Debutó en 2020 con un DRA- de 72 en seis aperturas, luego siguió con un DRA- de 91 en 128 y ⅓ entradas en 2021. En 2022, y sin saber cómo, perdió algo de velocidad y empezó a hacerse tatuajes terminando ese año en Gwinnett después de ser bajado en agosto. No terminó la primera entrada de su primera apertura en Triple-A en 2023 y la cirugía Tommy John acabó con el resto de su temporada. Comenzó su rehabilitación el junio del año pasado y volvió a subir a Triple-A.

Nadie puede decir qué aportará a los Braves en 2025. Pasó de ser un as en ciernes a persona non-grata y no ha lanzado en la MLB desde que fue bajado en 2022. La historia reciente de Atlanta está plagada de brazos destrozados. Tipos como este que tienen una o dos temporadas fantásticas y luego sufren un frenazo en su carrera. La de Anderson es una historia que bien podría tomarse como una advertencia para Spencer Schwellenbach. No obstante, todavía tiene ventaja sobre Bryce Elder, AJ Smith-Shawver y Hurston Waldrep en la batalla por un lugar en la rotación, fundamentalmente porque se ha quedado sin opciones, mientras que sus competidores sí.

Eduard Bazardo, relevista, Seattle Mariners

El mejor DRA entre los lanzadores de los Mariners el año pasado fue para Logan Gilbert (77). En segundo lugar, con 79, quedó Bazardo. Lanzó 181 entradas menos que Gilbert, pero eso demuestra lo efectivo que fue a pesar de ir y venir entre Seattle y Tacoma. Salió del sistema de los Red Sox, luego se unió a los Orioles como agente libre de ligas menores después de la temporada 2022. Fue traspasado a los Mariners en el intercambio más anodino del mercado de traspasos de 2023. Acumuló solo 35 y ⅓ entradas en la MLB entre 2021 y 2023, haciendo apariciones olvidables para los tres equipos.

Tuvo tres estancias separadas con los Mariners 2024. Acumuló 27 y ⅔ entradas, ponchó al 30.6% de los bateadores oponentes e indujo una tasa de rodados del 54.5%, uniéndose a Kyle Bradish, Kris Bubic y Andrés Muñoz como los únicos lanzadores con una tasa de ponches del 30% y una tasa de rodados del 54% (mínimo de 10 entradas). Su mejor lanzamiento es una bola quebrada que es difícil de clasificar. PitchInfo la clasifica como curva, pero tiene un movimiento horizontal del percentil 98 para una curva. Da igual como quieras llamarla, la utiliza más que cualquier otro lanzamiento, incluidas cualquiera de sus bolas rápidas. No suplantará a Muñoz en situaciones de salvamento, pero con un año completo en el bullpen de Seattle por delante debería ayudar a preservar algunas ventajas antes de entregarle la pelota al cerrador.

Tony Santillán, relevista, Cincinnati Reds

Cincinnati exprimió el control sobre Santillán hasta la última gota. Lo reclutaron directamente desde la preparatoria en 2015, lo subieron por primera vez en 2021 y lo usaron durante un promedio de 24 entradas por año entre 2021 y 2024. Han pasado 10 años desde que fue reclutado y todavía no es elegible para el arbitraje. No tendrá la oportunidad de ser agente libre hasta 2029 después de haberle dado 14 años a la organización de los Reds. Es un sistema encantador el que tenemos aquí, ¿no?

Santillán ha dejado atónitos a los bateadores en sus limitadas oportunidades de lucirse en Cincinnati. Su recta de cuatro costuras promedió 97.3 mph la temporada pasada y su sweeper registró -1.1 en StuffPro. Esos son los únicos dos lanzamientos que necesitó para registrar una tasa de ponches del 37.7%. Tuvo algunos problemas de espalda y rodilla en 2023, pero su brazo ha estado relativamente libre de lesiones a lo largo de su carrera. Fue uno de los tres únicos lanzadores con un mínimo de 30 entradas en presentar un porcentaje de ponches del 30% o mejor, siendo los otros dos Mason Miller y…

Edwin Uceta, relevista, Tampa Bay Rays

Desde octubre de 2021 Uceta ha sido liberado o mandado a waivers por Dodgers, Diamondbacks, Tigers, Pirates, Mets y Cubs. Cuando los Rays lo firmaron con un contrato de ligas menores la temporada baja pasada deberíamos haber sabido lo que nos esperaba. Después de una breve paso por las Grandes Ligas en mayo lo ascendieron definitivamente el 25 de junio y fue uno de los relevistas élite del béisbol durante los últimos tres meses de la temporada, registrando una efectividad de 1.51, un WHIP de 0.82, un DRA- de 75, una tasa de ponches del 35.8%, una tasa de bases por bolas del 5.0% y solo dos cuadrangulares permitidos en 41 y ⅔ entradas.

Siempre dependió de una combinación de sinker y cambio de velocidad, pero su slider no fue efectivo como tercer lanzamiento. No es frecuente ver una combinación de sinker y cambio, especialmente en un pitcher de dos lanzamientos, porque tanto los sinkers como los cambios se quedan en el lado del brazo. Los magos del pitcheo de los Rays lo ayudaron a desarrollar un cutter de 89.3 mph que lanzó el 21.3% de las veces. Eso les generó problemas a los bateadores ya que tuvieron que confrontar un lanzamiento que se movía hacia el este mientras que sus otros dos lanzamientos se movían hacia el oeste. Después de una actuación como la suya poco importa que se haya quedado sin opciones porque Tampa Bay no lo habría enviado a las menores de ninguna manera.

Forrest Whitley, relevista, Houston Astros

Whitley es la versión en lanzador de Evelyn de Todo en todas partes al mismo tiempo. Podría haber sido un genio de la ciencia o un artista brillante, pero terminó siendo la peor versión de sí mismo: el dueño de una lavandería en quiebra luchando por mantener a raya a Hacienda. Era el principal prospecto de pitcheo de la menores antes de la temporada 2019, pero considerando todo lo que ha ido mal desde entonces, es un pequeño milagro que todavía esté en la organización de los Astros. Hubo una suspensión relacionada con las drogas, problemas en el hombro, ajustes en su mecánica, cirugía Tommy John, fluctuación en la velocidad, aumento severo de peso, pérdida severa de peso e incluso una pandemia. Después de todo eso, finalmente, llegó a Houston. Para los Astros lanzó una vez en abril y dos veces en septiembre.

Lo creas o no todavía lanza a 97 mph con un cambio de velocidad y un par de lanzamientos rompientes. Actualmente es un relevista de tiempo completo y el año pasado tuvo una efectividad de 1.89 en Triple-A. A diferencia de Bazardo, Santillán y Uceta, no hay ninguna evidencia estadística que demuestre que vaya a aportar algo en 2025. Solo tiene 3 y ⅓ entradas de experiencia en la MLB, por lo que no hay una muestra de la que sacar conclusiones. Sin embargo se le han acabado las opciones, por lo que finalmente es hora de que su carrera en la MLB comience. Más que nada, es bueno saber que no ha sucumbido al Bagel.

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